Una de las principales cosas a la que más atención se le presta durante el proceso de bajar de peso es a, valga la redundancia, el peso. Ese número que marca la bascula y que nos permite llevar cuenta de nuestro progreso. Si bien es muy útil poner un registro de todas las veces que nos pesamos, este no es el único método para controlar nuestros logros. De hecho va de la mano con algo que no se suele hacer sin la supervisión de un entrenador o un nutricionista, que es medir las diferentes partes de tu cuerpo (cuello, bíceps y tríceps, antebrazo, pecho, cintura, cadera, muslos y pantorrillas) que se ven involucradas en la perdida de grasa, y son supervisables a simple vista.
De hecho, las medidas suelen tomarse en cuenta mucho más para otros calculos, como por ejemplo, el porcentaje de grasa corporal. Y es que ya estamos en tiempos mas informados, mejor educados, y con muchos estudios que nos permiten entender, nuestro peso no es el dato más importante.
Ahora, ¿Por qué se debe medir además de pesar? ¿No es este último un método infalible? Pues no necesariamente. De hecho, solo te ayuda a saber el peso total de todo lo que compone tu cuerpo, no solo el peso de la grasa. Y adivina que compone tu cuerpo además de grasa… ¡Exacto! Musculo (bueno, y piel, órganos, huesos; se entiende lo que queremos decir). Las medidas en cambio nos ayudan a saber de una manera más exacta la densidad (espacio) que ocupa la grasa en nuestro cuerpo, y luego de haber eliminado el exceso de grasa nos ayuda a saber cuánto musculo hemos ganado.
Incluso, todos hemos visto esos post en instagram, los que nos enseñan como 1kg de grasa ocupa mas espacio que 1kg de musculo. Pero como ya se menciono anteriormente, otros componentes de nuestro cuerpo tambien juegan con ese número que tanto tormenta. El esqueleto de una persona adulta puede pesar 17kgs, el agua representa una media del 50-55% del peso corporal en las mujeres (EFSA 2010; IOM 2004), tan solo la piel puede tener un peso de 11kgrs. Y aunque estos datos varien según la personal, son una media que, sumando, entenderemos que no siempre querer perder 10kgrs es la respuesta.
Pero no es solo bascula y medidas, además hay máquinas y fórmulas que calculan nuestro Nivel de Grasa Corporal e Índice de Masa Corporal, lo cual nos ayuda aún más a saber si estamos en los límites de salud promedios para nuestra altura y edad, además de evitar que nos sobrepasemos con los excesos con tal de un peso muy bajo y estar en la "línea". Es importante saber que la densidad de peso que ocupa el musculo en nuestro cuerpo es mucho menor a la de la grasa, y por tanto podemos llegar a perder grasa sin perder peso, o perder peso sin perder grasa. Todo esto dependerá de la calidad en la alimentación y el ejercicio físico.
Hay diferentes consideraciones a tener en cuenta al momento de abordar una dieta y/o plan de entrenamientos con la finalidad de bajar de peso o incrementar masa muscular. Estas son:
1. El peso, medidas corporales, y registros de Nivel de Grasa Corporal e Índice de Masa Corporal; todo en conjunto, sin dejar nada de lado.
2. Cuanto tiempo lleva el sujeto en inactividad física y descuido alimenticio, o cuando tiempo lleva implementando el ejercicio y la nutrición sana a su vida.
3. Presencia de algún trastorno orgánico y/u hormonales, que impida a la persona generar resultados a la velocidad de un individuo promedio.
4. Presencia de algún trastorno mental que pueda impedir o intervenir en los objetivos planteados, y ocasión un daño al cliente/paciente/alumno.
Es de vital importancia entender que estos últimos se deben a múltiples factores, y no debemos implicar siquiera que solo se debe al desconocimiento de la información planteada en este articulo, pero el conocer (como entrenadores, nutricionistas y/o psicólogos) nos da la oportunidad de ayudar a alguien que puede ocasionar un daño a si mismo gracias al desconocimiento, o alguno de los trastornos ya mencionados. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria y de la Ingesta de Alimentos, son de tener cuidado especialmente, ya que pueden llegar a distorsionan la imagen que una persona tiene de sí misma, al punto de abordar límites por resultados que probablemente ya sobrepasaron, pero que su percepción les impide ver.
Es momento de dejar los prejuicios de lado, y entender que cada persona tiene una batalla interna, y quizás esta sea con su propia imagen. Respetar el sufrimiento ajeno y ofrecer ayuda profesional a quien lo necesite, puede incluso salvar una vida. No seamos indiferentes ante quienes nos necesiten, y ayudaremos a mejorar la vida de todos. Si algo supera nuestras habilidades, no debemos temer en pedir ayuda a un profesional.
Referencias:
Asociación Americana de Psiquiatría, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5®), 5a Ed. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2014.
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